¿ LA SOLEDAD DEL RECTOR y la responsabilidad social del rector?
Hace
un par de meses leímos una interesante reflexión del maestro Francisco Cajiao (http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-12617449)
en donde nos recordaba las responsabilidades que afronta y dificultades por las
que cotidianamente atraviesa el Rector del Establecimiento Educativo Oficial;
ya hace dos décadas el maestro Carlos Miñana había abordado el tema de las dificultades de
la gestión del Directivo Docente en su
texto “En un vaivén sin hamaca,
la cotidianidad del Directivo Docente”, desde ese entonces y hasta la
actualidad se ha venido escuchando y hemos observado el desarrollo de diversos programas
y políticas, tanto públicas como elaboradas desde el sector privado, que han enfatizado
o puesto su acento en el papel que cumple el Directivo Docente Rector en la consolidación
y desarrollo del Establecimiento Educativo.
También,
desde el ámbito académico e institucional se han desarrollado diversos
programas de formación postgradual (especialización y maestría) que abordan temas
como la gerencia social de la educación, la gerencia educativa, la gerencia de Establecimientos Educativos,
y la gestión educativa en el último periodo.
Adicionalmente,
desde iniciativas privadas se han desarrollado y se siguen desarrollando
programas que se centran en la gestión
directiva del Rector, la fundación empresarios por la educación ha
desarrollado el programa lideres siglo
XXI; la fundación Compartir, desde hace quince años, ha venido destacando la
labor Docente a partir del Premio Compartir al Maestro que desde hace ya tres
versiones también se dirigido hacia el
reconocimiento de la labor del Rector; la Fundación MAMONAL tiene en sus líneas
de acción del área de educación un programa especifico de fortalecimiento a la gestión directiva del Rector de los
Establecimientos Educativos Oficiales, esto solo por mencionar tres iniciativas
de las más visibles.
El Ministerio
de Educación Nacional tiene desde ya
hace varios años, dentro de sus estrategias de trabajo con las Entidades Territoriales
y los Establecimientos Educativos, los programas de fortalecimiento de la
gestión del Rector y ha desarrollado la concepción y metodología del
mejoramiento institucional a partir de la denominada guía 34 “guía para el
mejoramiento institucional, de la auto evaluación al plan de mejoramiento institucional”,
complementada con los planes de apoyo al mejoramiento de las Entidades Territoriales
Certificadas en Educación.
Por último,
la Cooperativa Editorial del Magisterio
tiene estructurada su colección Gestión
Magisterio, un importante catalogo de textos y guías, elaboradas fundamentalmente
por Directivos Docentes, Supervisores y Directores de núcleo, que aportan
herramientas técnicas normativas y conceptuales sobre el papel del Rector en el
Establecimiento Educativo.
En
síntesis, queremos significar que el tema del papel y función del Rector se ha
puesto al centro o por lo menos se ha convertido en un aspecto muy importante
que ha abordado la política pública; no obstante lo anterior, el Rector sigue
manifestando su sentimiento de soledad e impotencia frente a sus responsabilidades,
esto sin hablar de la enorme tarea que debe
abordar un Rector de Establecimiento Educativo oficial en alguna zona marginal de Bogotá, que a
pesar de todas las dificultades se encuentra en
el centro urbano más importante del país; pero pensemos en aquel Rector del Magdalena o de
Bolivar o de Amazonas, teniendo que desarrollar su labor sin ningún apoyo , en una soledad física real ,
con muy poca o ninguna conectividad, en
zonas aisladas, sin apoyo de la
autoridad, en donde él es el único referente institucional para la comunidad.
Por
eso resulta un tanto paradójico que Rectores del Centro urbano mas importan del
país hablen y reflexionen sobre la soledad de su gestión, sentados en las poltronas
cómodas del despacho del Secretario de Educación Distrital de turno, o desde un ostentoso auditorio ubicado en el
Centro Internacional de Bogotá.
No
obstante, esta soledad de la gestión del Rector es de alguna manera evidente y
debe también ser matizada por las circunstancias que rodean al Establecimiento
Educativo.
Lo que sí es cierto es que el Establecimiento
Educativo es el centro fundamental y escenario principal de la gestión del
Sistema Educativo Colombiano, y por ello se debe prestar especial importancia
al diseño de los programas o políticas
que desde lo público y lo privado, pretenden apoyar la gestión del Directivo
Docente Rector.
Así,
queremos desde aquí, iniciar una serie de reflexiones sobre la Gestión Educativa
Escolar que aporten tanto en la conceptualización y sobre todo en la construcción
metodológica de un modelo de Gestión Educativa Escolar que apoye la actividad cotidiana
del Rector con un norte claro y es el de mejorar la calidad del servicio educativo
que presta para lograr, en últimas brindar espacios de felicidad y conocimiento
a sus estudiantes.
Pero
también, proponiendo e insistiendo en la necesidad existente que la sociedad en general y la
comunidad de profesionales de la educación, se apropien la discusión sobre al responsabilidad social del
Rector, pues la sociedad y el Estado le entregan a éste una cantidad (limitada)
de recursos humanos, físicos, infraestructurales, financieros, tecnológicos,
entre otros, para que cumpla su papel y función de liderar los procesos de
formación de las nuevas y recientes generaciones, pero independientemente de los
resultados, no presenta informes de su gestión, no es evaluado ni ponderado por el resultado de la misma, olvidando que en sus manos se encuentra el presente
y futuro próximo de las generaciones más jóvenes de nuestro país, y que el
éxito de su gestión es el éxito de la sociedad en su conjunto.