sábado, 15 de octubre de 2022

Elementos de discusión para una proyección del Programa Todos a Aprender 2023 -2026

 

Elementos de discusión para una proyección del Programa Todos a Aprender 2023 -2026

 

Asumir el proceso de definición del horizonte del Programa Todos a Aprender, en función del nuevo Plan Nacional de Desarrollo 2023-2026, implica hacer una reflexión central sobre los marcos generales que lo condicionan, para pasar a determinar las tareas centrales que debe abordar y la necesidad de cambios metodológicos en su implementación. Estas breves líneas abordan aportes en los tres sentidos.

 

Marcos

La tarea de definición del horizonte PTA implica pensar claramente sobre el necesario proceso de recuperación de las pérdidas de aprendizajes y rezago de estos y, por supuesto, en la brecha educativa profundizada y ampliada por la pandemia de La Covid19. La denominada crisis de los aprendizajes[1], desde nuestra perspectiva compuesta por estos tres elementos: brecha, pérdida y rezago de aprendizajes.  Los dos últimos elementos (rezago y pérdida) se superan principalmente en el contexto central de la escuela, construyendo estrategias con marcos temporales de por lo menos cuatro años. La brecha de aprendizajes, producto de la histórica brecha educativa y social, tiene su escenario de resolución en el contexto de la politica publica, pues implica la superación de las inequidades y desigualdades sociales, por lo que es uno de los ejes centrales a construir en el Plan Nacional de Desarrollo 2023-2026. Cabe resaltar que estos aspectos ya los habíamos planteado en el documento de construcción de ruta del Componente de Gestión año 2022 y para el Ciclo I de la ruta 2022 del mismo componente.[2]

Adicionalmente, tenemos frente a nosotros la más grave crisis global:  las “crisis planetaria y social”, profundizadas por la situación alimentaria y climática, que ya están poniendo en riesgo la viabilidad de la especia humana. En este sentido, la escuela es un escenario fundamental para crear conciencia de que lo que se está jugando en estas décadas. No se trata solo de la estabilidad social sino, sobre todo, nuestra presencia viable sobre el planeta como especie o el fin de la era Antropoceno, caracterizada por la depredación irracional de los recursos naturales y la generación exponencial de gases efecto invernadero en aras de un crecimiento y consumo desbordado.

Otro elemento, que debe dar marco de acción, es precisamente la llegada a 10 años de implementación del Programa Todos a Aprender. Esto implica para su proyección realizar una evaluación de impacto mucho mas profunda, no solo sobre su influencia en el mejoramiento de los indicadores generales de proceso  y eficiencia del sistema educativo colombiano y aquellos indicadores de calidad que se representan en los resultados de pruebas internas y externas, nacionales e internacionales, sino también la valoración de reales impactos del programa en la configuración de la Gestión Educativa Escolar (Curricular principalmente)  y la transformación de prácticas pedagógicas. Es importante también la valoración de su impacto en la generación de capacidades instaladas institucionales, para dar sostenibilidad y proyección a estas dinámicas institucionales de trasformación de práctica pedagógica y mejoramiento educativo, que se refleje en la trascendencia, relevancia y pertinencia de los aprendizajes de los estudiantes y la medida de éxito de sus proyectos de vida.

Otro elemento que le da marco a la proyección del PTA es la política Evaluar para Avanzar (ExA), iniciada en el año 2020 y condensada y proyectada en el documento CONPES 4057 de 22 de octubre de 2021. Esta política, además de presentar una propuesta para la superación de la crisis de los aprendizajes, en el marco del Programa para Mejorar la Equidad, las Competencias Socio Emocionales y los Aprendizajes (PROMISE), concibe al  PTA  como una columna vertebral fundamental en la implementación de PROMISE, no solo por su metodología y su estructura funcional que permite llevar rápidamente estos programas de la política pública a territorios rurales y con significativa presencia en Territorios PDET,  sino también por su trayectoria y reconocimiento de la comunidad.

La importancia de la política ExA no solo radica en que nos brinda un diagnóstico de los estados de los aprendizajes y que vuelve a situar a los docentes frente a la discusión de la formación por competencias, los estándares básicos y la integración curricular, sino que, en lo fundamental, sus aplicaciones permanentes y continuas van a permitir al país la construcción de una data fundamental en el seguimiento de la trayectoria de los aprendizajes que, en un acumulado histórico de por los menos una cohorte de educación preescolar básica y media (12 años), entregará una valiosa información para direccionar la política pública educativa a  futuro.  Esta herramienta, aunada con la información entregada por el Observatorio de Trayectorias Educativas (permanencia y recorrido dentro del sistema niño a niño), se convertirá en las fuentes principales de información del Sistema Educativo Colombiano para el diseño de política pública.

Por último, no debemos olvidar que el plan de gobierno propuesto por el Presidente Gustavo Petro, pretende colocar, además de muchas iniciativas de igualdad, equidad y justicia social, en el centro del mejoramiento de la calidad educativa al docente: su rol social, su liderazgo institucional, su papel de intelectual orgánico en construcción de movimiento social pedagógico. Y para ello debemos recuperar no solo los postulados de la Ley General de Educación, sino uno de sus principales documentos de orientación: “Lineamientos Generales Procesos Curriculares: Hacia la construcción de Comunidades Educativas Autónomas”, publicado en noviembre de 1994 y que recoge postulados del Movimiento Pedagógico, incorporándolos a la política pública educativa.

En este orden de ideas, algunas de las tareas centrales, que debe considerar abordar el PTA en los próximos cuatro años, pueden ser:

1. Articular, a nivel nacional y territorial, la implementación de la política publica y del  plan estratégico que permita, en un proceso de por los menos cuatro años, recuperar los aprendizajes perdidos, superar el rezago de los aprendizajes y aportar en el cierre de la brecha educativa social.

2. Integrar territorialmente el PTA y el accionar de sus tutores con las políticas y programas de calidad de las ETCE, lo que implica a su vez la articulación del PTA con estrategias y programas de Calidad de Viceministerio de Educación Prescolar Básica y Media.

3. Garantizar permanente reflexión sobre las necesidades de transformación curricular a partir de los conceptos de “integración” y “flexibilización curricular”; teniendo en consideración que uno de los principales instrumentos es el enfoque de trabajo por Proyectos Pedagógicos Integrados.

4. Integrar los resultados y análisis de la implementación de los cuadernillos ExA, en la interpretación pedagógica de sus resultados, respecto al estado y evolución de los aprendizajes de los estudiantes, en la ruta de formación de las áreas de lenguaje y matemáticas. No podemos solo presentar la reflexión sobre la relación entre resultados de ExA y los Estándares Básicos de Competencias, referidos a su desarrollo en los materiales PTA (Guías de uso de recursos). Estos resultados tambien son un insumo muy importante para las áreas de lenguaje y matemáticas que les permitan a partir del diagnóstico de las dificultades en los aprendizajes, diseñar las rutas de formación para cada anualidad.

5. Visibilizar la construcción de pensamiento pedagógico y fortalecimiento de los procesos de trasformación de prácticas pedagógicas y su consolidación como dinámica permanente en los Establecimientos Educativos, a partir de la sistematización e investigación educativa en aula.

6. Fortalecer y potenciar las competencias digitales docentes, adquiridas intuitivamente   por parte de docentes y tutores en el marco de la pandemia de la Covid19, profundizando su utilización pedagógica en los diseños de los procesos de enseñanza-aprendizajes y de las experiencias didácticas propuestas por los docentes.

Estos elementos generales pasan a su vez por realizar algunas revisiones metodológicas en la implementación del PTA. Por ejemplo:

1. Revisión de la vigencia y validez de los componentes y su enfoque, tanto los fundantes como los transversales, lo que hace necesario avanzar en la superación de los enfoques meramente en didáctica.

2. Construcción colectiva de enfoques de ruta general y por componente, para los cuatro años con objetivos y metas claras vinculadas tanto a la política de superación de la “crisis de los aprendizajes”, como a los objetivos planteados por el Plan Nacional de Desarrollo. A partir de esto se podrá abordar el diseño de rutas por componente de corte anual.

3. Morigeración y modulación del énfasis que se hace en la formación per se, que permitan acentuar los procesos de acompañamiento situado.  La formación y acompañamiento deben ser concebidos para la reflexión, sistematización y trasformación de prácticas pedagógicas.

4. Construcción de elementos transversales y permanentes del acompañamiento y la formación. Estos elementos pueden ser, por un lado, la sistematización de las practicas pedagógicas (abordándola desde la perspectiva de la Investigación pedagógica y etnográfica) y, por otro lado, la integración y flexibilización curriculares. Esto implica incorporar una permanente discusión y construcción de estos elementos, a partir de Proyectos Pedagógicos Integrados, Integrales e Integradores.

5. Simplificación de las rutas anuales de formación y acompañamiento, haciéndolas más pertinentes a las necesidades reales de docentes y tutores.  Esto implica repensar si es necesario hacer los tres ciclos principales, y los de apertura, y cierre y los énfasis durante la ruta del año.

6. Recuperación de la articulación de la formación de Directivos Docentes (DD) con la ruta general de PTA y en la cual los formadores participen activamente, no solo en los procesos de formación, sino también en actividades de seguimiento y acompañamiento con DD; esto en articulación con los planes de formación y acompañamiento que para ellos establecen las ETCE.  Es decir que se reconoce que el formador constituye un apoyo en las trasformaciones en la gestión educativa escolar y la gestión educativa en la Secretarías de Educación.

7. Lo anterior implica la articulación real, oportuna y pertinente de la ruta anual de PTA con los planes de Mejoramiento Territorial e Institucional.

8. Disposición, dentro de la preparación de la ruta de formación y acompañamiento, de un espacio al final de la ruta anual en donde se brinden orientaciones y lineamientos para los tutores y su participación propositiva y articulada en las semanas de planeación institucional que inauguran el calendario académico de la vigencia anual.

Se espera que estas líneas aporten a la discusión propositiva y constructiva que mire al futuro