domingo, 12 de mayo de 2013

¿ LA SOLEDAD DEL RECTOR Y LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DEL RECTOR?




¿ LA SOLEDAD DEL RECTOR  y la responsabilidad social del rector? 

Hace un par de meses leímos una interesante reflexión del maestro Francisco Cajiao (http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-12617449) en donde nos recordaba las responsabilidades que afronta y dificultades por las que cotidianamente atraviesa el Rector del Establecimiento Educativo Oficial; ya hace dos  décadas el maestro Carlos Miñana   había abordado el tema de las dificultades de la gestión del Directivo Docente en su  texto  “En un vaivén sin hamaca, la cotidianidad del Directivo Docente”, desde ese entonces y hasta la actualidad se ha venido escuchando y hemos  observado el desarrollo de diversos programas y políticas, tanto públicas como elaboradas desde el sector privado, que han enfatizado o puesto su acento en el papel que cumple el Directivo Docente Rector en la consolidación y desarrollo del Establecimiento Educativo.

También, desde el ámbito académico e institucional se han desarrollado diversos programas de formación postgradual  (especialización y maestría) que abordan temas como la gerencia social de la educación, la gerencia  educativa, la gerencia de Establecimientos Educativos, y la gestión educativa en el último periodo.

Adicionalmente, desde iniciativas privadas se han desarrollado y se siguen desarrollando programas que se centran en la gestión  directiva del Rector, la fundación empresarios por la educación ha desarrollado el  programa lideres siglo XXI; la fundación Compartir, desde hace quince años, ha venido destacando la labor Docente a partir del Premio Compartir al Maestro que desde hace ya tres versiones también se  dirigido hacia el reconocimiento de la labor del Rector; la Fundación MAMONAL tiene en sus líneas de acción del área de educación un programa especifico de fortalecimiento  a la gestión directiva del Rector de los Establecimientos Educativos Oficiales, esto solo por mencionar tres iniciativas de las más visibles.

El Ministerio de Educación  Nacional tiene desde ya hace varios años, dentro de sus estrategias de trabajo con las Entidades Territoriales y los Establecimientos Educativos, los programas de fortalecimiento de la gestión del Rector y ha desarrollado la concepción y metodología del mejoramiento institucional a partir de la denominada guía 34 “guía para el mejoramiento institucional, de la auto evaluación al plan de mejoramiento institucional”, complementada con los planes de apoyo al mejoramiento de las Entidades Territoriales Certificadas en Educación.

Por último, la Cooperativa Editorial del Magisterio  tiene estructurada su colección Gestión  Magisterio, un importante catalogo de textos y guías, elaboradas fundamentalmente por Directivos Docentes, Supervisores y Directores de núcleo, que aportan herramientas técnicas normativas y conceptuales sobre el papel del Rector en el Establecimiento Educativo.

En síntesis, queremos significar que el tema del papel y función del Rector se ha puesto al centro o por lo menos se ha convertido en un aspecto muy importante que ha abordado la política pública; no obstante lo anterior, el Rector sigue manifestando su sentimiento de soledad e impotencia frente a sus responsabilidades, esto sin hablar de la enorme tarea que debe  abordar un Rector de Establecimiento Educativo oficial  en alguna zona marginal de Bogotá, que a pesar de todas las dificultades se encuentra en  el centro urbano más importante del país; pero  pensemos en aquel Rector del Magdalena o de Bolivar o de Amazonas, teniendo que   desarrollar su labor sin  ningún apoyo , en una soledad física real , con muy poca o ninguna  conectividad, en zonas aisladas, sin  apoyo de la autoridad, en donde él es el único referente institucional para la comunidad.

Por eso resulta un tanto paradójico que Rectores del Centro urbano mas importan del país hablen y reflexionen sobre la soledad de su gestión, sentados en las poltronas cómodas del despacho del Secretario de Educación Distrital de turno,  o desde un ostentoso auditorio ubicado en el Centro Internacional de  Bogotá.

No obstante, esta soledad de la gestión del Rector es de alguna manera evidente y debe también ser matizada por las circunstancias que rodean al Establecimiento Educativo.

Lo que sí es cierto es que el Establecimiento Educativo es el centro fundamental y escenario principal de la gestión del Sistema Educativo Colombiano, y por ello se debe prestar especial importancia al diseño de  los programas o políticas que desde lo público y lo privado, pretenden apoyar la gestión del Directivo Docente Rector.

Así, queremos desde aquí, iniciar una serie de reflexiones sobre la Gestión Educativa Escolar que aporten tanto en la conceptualización y sobre todo en la construcción metodológica de un modelo de Gestión Educativa Escolar que apoye la actividad cotidiana del Rector con un norte claro y es el de mejorar la calidad del servicio educativo que presta para lograr, en últimas brindar espacios de felicidad y conocimiento a sus estudiantes.

Pero también, proponiendo e insistiendo en la necesidad  existente que la sociedad en general y la comunidad de profesionales de la educación, se apropien la  discusión sobre al responsabilidad social del Rector, pues la sociedad y el Estado le entregan a éste una cantidad (limitada) de recursos humanos, físicos, infraestructurales, financieros, tecnológicos, entre otros, para que cumpla su papel y función de liderar los procesos de formación de las nuevas y recientes generaciones, pero independientemente de los resultados, no presenta  informes  de su gestión, no es evaluado ni ponderado por el resultado de la misma, olvidando que en sus manos se encuentra el presente y futuro próximo de las generaciones más jóvenes de nuestro país, y que el éxito de su gestión es el éxito de la sociedad en su conjunto.