Construir Política
Pública para frenar la Deserción Escolar desde lo Territorial e Institucional (IV Entrega)
La Metodología de
Alertas Tempranas para la Deserción
En nuestra anterior entrega resaltamos la importancia que
toma el Establecimiento Educativo en la construcción de acciones concretas, específicas
y pertinentes para frenar el incremento de la Tasa de Deserción Intra Anual en nuestro país.
Entonces, al reconocer y convertirse el Establecimiento
Educativo en el eje central del proceso de planeación de las estrategias,
programas, proyectos y acciones
contenidos en la Política Pública Territorial de Permanencia (PTP) cobra
vital importancia la identificación y nominación de los niños que se encuentran en posible
situación de deserción y las causas que en general definen y / o pueden
determinar el abandono del proceso
educativo, por lo que es fundamental lograr que los sistemas de información que
contienen, identifican y registran la información de deserción, cuenten con
datos de máxima calidad y utilidad para todo los actores educativos:
“Dado que la respuesta a la deserción escolar
no debe ser remedial, el Ministerio de Educación diseñó y desarrolló un
aplicativo informático con acceso web como sistema de alertas tempranas que
permite que los rectores, los secretarios de educación y el Ministerio de
Educación Nacional identifiquen a la población con mayor riesgo de deserción y
actúen antes de que se produzca. Se trata del Sistema de Monitoreo para la
Prevención y Análisis de la Deserción Escolar en Educación Preescolar
Básica y Media (SIMPADE), que recoge las variables e indicadores para el
análisis y seguimiento de la permanencia y deserción escolar e involucra el
registro de las necesidades que tienen los estudiantes en relación con su
permanencia en el sistema educativo para la toma de decisiones y la
focalización de acciones por parte de las autoridades educativas locales,
regionales y nacionales.”[1]
Así, el Sistema de
Información para el Monitoreo, Prevención y Análisis de la Deserción Escolar,
SIMPADE, tenía la tarea de convertirse en la columna vertebral de
estructuración de información que permite identificar y nominar los estudiantes
con mayor posibilidad de desertar en el transcurso del año lectivo.
El SIMPADE contiene los instrumentos que deberían permitir la
caracterización de las causas de deserción e identificar los posibles
estudiantes desertores de acuerdo al índice de deserción que este pretendía calcular
por estudiante y que se encuentra basado
en los análisis de la Encuesta Nacional
de Deserción Escolar aplicada en año 2010; en ese sentido, la información con
la que se alimenta el SIMPADE y que es responsabilidad del Establecimiento
Educativo, debería garantizar la rigurosidad, oportunidad y calidad, que permita realizar análisis más
confiables y definir claramente las estrategias, programas, proyectos y
acciones de permanencia más pertinentes
en cada Establecimiento Educativo y para cada nivel educativo. No obstante este
sistema no ha logrado entregar información confiable y sólida sobre la
aplicación del algoritmo que lo sustenta y lo que las ETCE conocen son los
listados que emite el SIMAT sobre niños retirados, que manualmente son editados
para ser entregados a las Secretarías de Educación, para realizar un pretendido
seguimiento a desertores, proceso que no evita la deserción, por que no es
previo ni preventivo, solo constata el fenómeno mismo del abandono escolar.
No obstante, la información y análisis que dieron origen y
estructuraron la primer versión de SIMPADE, que se basan en los estudios y
desarrollo de la Encuesta Nacional de Deserción - ENDE del año 2010, que si
bien aún se encuentran vigentes, luego de más de siete años de acción estatal y
de implementación de política pública para atender el fenómeno de la deserción,
esta acción ha debido transformar la realidad misma de la deserción escolar y
por ello se hace necesario la actualización y redimensionamiento de este
estudio y dichos factores de deserción,
así como la ponderación de su peso específico en la determinación del
hecho de la deserción.
Por ejemplo, la ENDE dio origen a estrategias que luego
se han convertido en política pública, tan importantes como la gratuidad
educativa y el Programa de Alimentación Escolar, o de otro lado, por ejemplo,
la explosión e importancia que han tomado las redes sociales en los procesos de
interacción entre jóvenes y niños, han configurado realidades de exclusión y de
violencia al interior del ámbito escolar, que lanzan a redefinir las estrategias,
programas, proyectos y acciones de
permanencia.
En ese sentido, es perentorio reconocer la inconsistencia del
SIMPADE, respecto a las causas y factores de deserción, pero también respecto
al peso específico que el algoritmo de cálculo sobre el que se estructura, le
definen a cada factor de deserción, y también sobre sus formularios, ya que en
la implementación de SIMPADE, se han insertado preguntas, que si bien pueden
ser interesantes, no aportan de manera determinante en la medición, exploración
y cálculo de la posibilidad de deserción de un joven estudiante en particular y que se incorporan sin mayor criterio técnico o metodológico.
En esencia, ante la poca utilidad práctica de SIMPADE se debe
fortalecer SIMAT y desde allí extractar la información necesaria que nos
permita identificar la tendencia a la deserción de los estudiantes, que se convierte en la base para la
implementación de la Metodología de
Alertas Tempranas para la Deserción, que consiste fundamentalmente en la
identificación y nominación de los niños que presentan una tendencia a desertar
a lo largo del año lectivo. El SIMAT debe brindar la información más sencilla y
práctica posible para el usuario Rector, facilitando su trámite y comprensión y
de igual manera se debe lograr que los Establecimientos Educativos y las
Entidades Territoriales Certificadas en Educación, reconozcan su utilidad y generen
alta calidad en el trámite de la información que allí incorporan.
Pues además, al revisar detenidamente la información, por
demás poca y pobre, incorporada en cada vigencia por los Establecimientos Educativos
en SIMPADE y adicionalmente en el Modulo de Estrategias de Permanencia de
Sistema Integrado de Matrícula, SIMAT, que origina el reporte Anexo 13 A, de
seguimiento a Estrategias de Permanencia, se evidencia que no existe ni
oportunidad ni calidad satisfactoria en la misma lo que dificulta el análisis y
toma de decisiones de reorientación de la política pública de deserción
Una vez abordadas estas tareas, podemos desarrollar más
claramente la Metodología de Alertas
Tempranas para la evitar deserción escolar, que busca identificar los niños
con posibilidad de deserción y focalizar acciones[2],
desde el Estabelecimiento Educativo y con responsabilidad de toda la comunidad
educativa, para evitar que estos potenciales desertores efectivamente abandonen
el sistema educativo.
La Metodología de
Alertas Tempranas para la evitar deserción escolar, en sentido general
busca nominar a los estudiantes que, una vez ingresan al sistema educativo y
que, por sus características sociales, culturales, de contexto y familiares,
son proclives a abandonar el sistema educativo, esta metodología implica o
tiene varios momentos:
1-. Al momento de la
matrícula de estudiante en el Establecimiento Educativo, debe ser caracterizar
tramitando la información en el SIMAT.
2-. Una vez culminado el proceso de gestión de cobertura y el
estudiante ya se encuentra matriculado en el Establecimiento Educativo Oficial
y caracterizado se debe determinar el
índice de riesgo de deserción.
3-. Al iniciar el año escolar y calendario académico, en la
primera semana de desarrollo institucional, dedicada a los procesos de
Planeación Institucional, se entrega al Establecimiento Educativo, el listado
de estudiantes con mayor índice de riesgo de deserción para que, en esta semana
se planteen las acciones concretas por parte del Establecimiento Educativo para
evitar la realización de la deserción. Esta identificación y nominación se
realiza con una perspectiva de discriminación positiva entendida como el
reconocimiento para la atención. De igual manera al nominar los posibles
desertores, se convierte en un instrumento de focalización para la entrega o
asignación prioritaria de Estrategias de Permanencia, primero que todo a estos
niños que se encuentran nominados como potenciales desertores.
4-. La información sobre la caracterización de los estudiantes
con tendencia a la deserción es el eje y motor de la implementación de la Metodología de Alertas Tempranas, y en
tal sentido es necesario que esta información se entregue de manera oportuna y
previa a los Establecimientos Educativo,
dado que limitar el ejercicio, tal y como hasta ahora se ha hecho, a
realizar reportes de retirados hacia las entidades territoriales, no generados
desde SIMPADE, sino desde SIMAT y solicitar la caracterización de las causas de
deserción a los Establecimientos Educativos, se convierte simplemente en un
ejercicio de constatación del hecho de la deserción y no cumple la función
preventiva para la que conceptualmente se creó el SIMPADE.
Entonces un importante
elemento de enfoque, para la elaboración de la Política Pública Territorial de
Permanencia es el de la implementación
del Sistema de Alertas Tempranas para evitar la Deserción, que se origina en el Establecimiento
Educativo y al cual se le deben realizar seguimientos periódicos, Bimestral o
Trimestral, por parte de la Entidad Territorial Certificada en Educación para
determinar, no solamente la validez de esta identificación, sino también para
determinar la pertinencia de la implementación de las estrategias, programas,
proyectos y acciones de permanencia definidas por esta, para cada
Establecimiento Educativo en particular. Así,
en la formulación de la Política Pública Territorial de Permanencia, se
definirán los instrumentos de seguimiento a la eficacia del Sistema de Alertas
Tempranas para evitar la Deserción Escolar.
La implementación del Sistema de Alertas Tempranas para
evitar la Deserción Escolar, nos permite
a determinar y nominar a los posibles estudiantes
en potencial situación de deserción al interior del Establecimiento Educativo y
el diseño de estrategias, programas, proyectos y acciones de acogimiento y retención protagonizadas por
la comunidad educativa del Establecimiento Educativo; es decir, pretendemos que
sea el Rector, los Coordinadores, los Docentes, los Estudiantes, los Padres de
Familia, quienes se conviertan en los primeros en reconocer a los niños en
situación de posible deserción y que sean ellos los que adelanten acciones en
positivo para lograr retener a estos niños y jóvenes.
Así,la Política Pública
Territorial de Permanencia tendrá un enfoque de participación activa de la
comunidad educativa, principalmente los padres de familia[3], en la retención de niños con potencial de
deserción e implementarán estrategias que logren que el estudiante:
“No te vayas
de la Escuela” “Quédate en la Escuela” “Permanece en la Escuela” “Continúa en
la Escuela” “Permanece en tu Escuela”
Estos, como mensajes centrales de una estrategia y actitud a
asumir por parte de la comunidad educativa frente al estudiante que está en
riesgo de deserción.
En ese sentido, de la Política Pública Territorial de
Permanencia en su implementación tendrá como eje de comunicación central una
campaña de difusión que, retomando los mensajes arriba enunciados, se centrará
en recobrar y reforzar el reconocimiento de la importancia social de la
educación y el compromiso y función activa de la Escuela, la comunidad
educativa en evitar la deserción escolar.
Al reconocer el Establecimiento Educativo como eje del
Sistema Educativo Colombiano, pues es allí en donde se concretan las políticas
públicas del sector y por esa vía, se realiza el hecho mismo de la deserción,
pretendemos hacerlo emerger como centro de la Gestión Educativa[4] ;
aunque se escuche demasiado lógico y obvio, el estudiante deserta es del
Establecimiento Educativo, y en ese sentido es allí en donde se deben concretar
todas las estrategias, programas, proyectos y acciones de permanencia y también
desde allí se deben originar. No
obstante, hasta el momento el Establecimiento Educativo ha sido un mero
receptor de estas estrategias generales de permanencia y definitivamente no ha tenido
un papel activo y protagónico en su formulación y desarrollo.
En ese sentido, la
formulación de la Política Pública Territorial de Permanencia, va a partir del
análisis del comportamiento de la TDIA por nivel en cada Establecimiento
Educativo y de la valoración del impacto que ha tenido la implementación de
Estrategias Generales de Permanencia sobre el fenómeno de la deserción; pero
igualmente es necesario indagar sobre aquellas acciones que adelanta el
Establecimiento Educativo, desde sus dinámicas propias y sus lógicas, para
lograr retener sus estudiantes; esta metodóloga tiene un doble propósito original: por una lado colocar en
la agenda de la discusión del Establecimiento Educativo y sus órganos de dirección,
el debate sobre la deserción escolar y los comportamientos específicos por
nivel de la TDIA, para que esta se apropie y defina su responsabilidad de
acción frente a la disminución de la TDIA, y por otra lado, evidenciar la
necesidad de incorporar este componente en sus procesos de planeación
institucional realizando un permanente seguimiento, lo que debe dar origen a
los Planes Institucionales de
Permanencia, que deben ser formulados por el Consejo Académico, y desde
donde se le realizará su constante seguimiento.
Por otro lado, la implementación de proyectos, programas y/o
estrategias de permanencia obedecen a análisis derivados de la sistematización
de información entregada por la Encuesta Nacional de Deserción Escolar,
realizada en año 2010; dicha información permitió tomar decisiones de política
pública tan importantes como la de gratuidad educativa y la evolución del Plan
de Alimentación Escolar, entre otros.
Así mismo, permitió definir, construir y redireccionar
estrategias tan importantes como la implementación de modelos educativos
flexibles, el transporte escolar, los subsidios condicionados a la asistencia,
la entrega de uniformes y útiles escolares y la reorientación del Programa Jornada Escolar Complementaria.
A partir de la definición de estos programas generales se
realizó la formulación de los Planes de Permanencia a nivel territorial para el
periodo 2010 – 2014 por parte del Ministerio de Educación Nacional, que tenían
como metodología la implementación de estrategias de permanencia a nivel
general en cada Entidad Territorial Certificada en Educación.
No obstante, los indicadores que definen la implementación de
estos programas de permanencia se limitan a expresar la cobertura y alcance de
los mismos y no avanzan hacia la definición de impacto particular sobre la
deserción en cada Establecimiento Educativo Oficial, partiendo que en general,
la tasa de deserción en el periodo citado de desarrollo de plan de permanencia,
se redujo a un ritmo apropiado, pero no se puede particularizar para el
análisis la incidencia determinada de cada estrategia en la reducción de la
TDIA, tanto nacional como territorial.
En ese sentido, otro elemento de enfoque, para definir de la
Política Pública Territorial de Permanencia, consiste precisamente en construir
la metodología, indicadores y procedimientos que permitan medir y ponderar el
impacto de cada estrategia de permanencia en particular sobre la TDIA a nivel
de la Entidad Territorial Certificada en Educación y a nivel del Establecimiento Educativo
Oficial, lo cual debe permitir focalizar cada estrategia, programa, proyecto y
accion definiendo su pertinencia, de acuerdo con las necesidades del
Establecimiento Educativo Oficial.
Así,
la implementación particular de estrategias, programas, proyectos y acciones de
permanencia obedecerá al análisis del comportamiento de las TDIA en cada
Establecimiento Educativos Oficial y la identificación de sus posibles causas,
y no de manera general como usualmente se está haciendo y condicionado a la
definición de claros indicadores de impacto de dichas estrategias, programas,
proyectos y acciones sobre las TDIA del Establecimiento Educativo y de la
Entidad Territorial Certificada en Educación.
De igual manera, la metodología de
elaboración de la Política Pública Territorial de Permanencia debe partir desde
las necesidades del Establecimiento Educativo, analizando los comportamientos
de deserción por nivel educativo, determinado las posibles causas y valorando
la incidencia y efectividad de la implementación de las estrategias de
permanencia sobre las Tasas de Deserción Intra Anual, del Establecimiento
Educativo Oficial.
En ese sentido, la formulación de estrategias, programas,
proyectos y acciones territoriales de permanencia, deben obedecer, responder y
atender las necesidades del Establecimiento Educativo Oficial, y los niños identificados como posibles
desertores por el Sistema de Alertas Tempranas; así el proceso de planeación
para definir la Política Pública Territorial de Permanencia cobra sentido y
parte, se origina en el Establecimiento
Educativo Oficial y llega a este mismo, como estrategias, programas, proyectos
y acciones focalizados para evitar la deserción, lo que significa que la planeación
general de estrategias de permanencia
desde la Entidad Territorial debe relativizarse y abrirse paso a la planeación
focalizada por estrategias para el Establecimientos Educativo Oficial,
expresada en los Planes Institucionales
de Permanencia
Es entonces, un cambio de metodología de la planeación, que
se origina desde lo particular, es decir el Establecimiento Educativo Oficial y
se construye hacia lo general, como síntesis, desde la Entidad Territorial
Certificada en Educación, y así las estrategias, programas, proyectos y
acciones de permanencia cobran vigencia no en sí mismas, si no en función de la
necesidad real del Establecimiento Educativo Oficial.
Por último, la formulación y desarrollo de la Política
Pública Territorial de Permanencia se da en el momento histórico de
implementación de los acuerdos de paz, que plantea marcos diferenciales que
condicionan esta formulación, dado que deben considerar los procesos de
reintegración y reincorporación a la vida civil de los combatientes y
milicianos y tener como referente al componente de víctimas del conflicto.
Finalmente, esperamos haber contribuido con estas reflexiones
a colocar en la agenda de discusión de la comunidad educativa, el problema de
la deserción escolar y también haber contribuido a la construcción de una
metodología para abordar la reducción de la Tasa de Deserción Intra Anual en
Colombia.
[3]
“El éxito de las estrategias que buscan
aumentar la participación en la educación dependerá
considerablemente de la medida en la cual los padres de familia aprecien y se
involucren en la educación de sus hijos. Las percepciones sobre
la calidad y el valor de la educación son consideradas un factor importante
que influye en los índices de permanencia y deserción
escolar en Colombia (Ricardo, 2014). En la Encuesta Nacional de Calidad de Vida
del año 2014, el 37% de los niños de 10 a 17 años de edad
que no estaban estudiando argumentó que se debía a su falta
de interés o expectativas en relación con la educación
(Sarmiento, 2015). Es muy probable que estas percepciones estén
influenciadas por las opiniones de sus padres de familia, quienes en su mayoría
no estudiaron o no completaron sus estudios. En Colombia, al igual que en los
países miembros de la OCDE, los padres de familia menos
favorecidos tienden a estar menos involucrados en la educación
de sus hijos. Sin embargo, las investigaciones muestran que los padres de
familia involucrados alientan las actitudes más positivas en relación
con la educación; mejoran los hábitos de tarea en casa; reducen el
ausentismo, el desinterés y la deserción escolar; y
mejoran el rendimiento académico (OCDE, 2012).”
(PG 195)
[4]
Juan Casassus en “cambios paradigmáticos en educación”, refiere
tanto la emergencia de lo concreto y la aparición de la organización
educativa (escolar) en las teorías y prácticas de la gestión
educativa, desde el avance de los modelos normativos y prospectivos desde
finales de la década de los setenta, hasta la construcción
de modelos de gestión centrados en el análisis
situacional, y estratégico entre otros, por ello para la gestión
educativa la organización educativa la base del sistema. Casassus, Juan Cambios paradigmáticos
en educación. Revista Brasileira de Educação, núm. 20, maio/jun/jul/ago, 2002, pp. 48-59
Associação Nacional de Pós-Graduação e Pesquisa em Educação
Rio de Janeiro, Brasil.